descalza sobre la arena
esperando que el mar se lleve
de mi alma todas las penas.
Tantas veces he soñado
en un mundo siempre riendo
donde no existan las guerras,
donde no haya sufrimiento.
Tantas veces he deseado
que la vida sea un lecho de rosas
pero solo se vive despierta
y las rosas tienen espinas.
Tantas veces he buscado
aliviar mi dolor en tu pecho
y tantas veces lo he logrado
que no concibo tenerte lejos.
María Elena Astorquiza V.
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