a veces cuando te miro
tu figura me enternece
y entre mil suspiros lloro
y son mis lágrimas gotas
tan dulces como el rocío
que al alba cae del cielo
y lloro porque te quiero
porque adoro saberte mío,
misterioso compañero
de silencios compartidos,
mi alegría y mi tesoro,
la causa de mis desvelos.
María Elena Astorquiza V.
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