que llevas dentro del alma
y que aunque la escondas,
ella sin que sepas, te delata
en tu mirar que se humedece
cuando contemplas la luna,
en tu hablar que enmudece
si en tu pecho me haces cuna
y en ese silencio tuyo profundo
que hace antesala a tus besos
como dudando si yo los quiero.
Ay amor si tan solo supieras
que mi boca es tu prisionera,
que tus labios son mi mundo.
María Elena Astorquiza V.
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