donde existiese la justicia sin violencia,
donde los humanos fuésemos hermanos, sin color ni religión,
donde el amor se escribiese con mayúsculas,
donde la amistad fuera leal,
donde la humildad fuera reina,
donde la educación brillará con luz propia
Quise un mundo distinto
donde los niños, las mujeres, los hombres
y los ancianos fuesen grandes seres,
donde la violencia fuese pasado,
donde las guerras se quedasen sordas,
donde la libertad fuese libre.
Sólo
quise un mundo distinto
donde los sueños fueran reales...
( Cosas de locas soñadoras )
María Glez. Méndez.
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