escondí mi alma adormecida
Sólo buscaba una nube de esperanza
Sólo ansiaba una esquina por la que colarse
Sólo deseaba una sonrisa sin dolor
Sólo ...
... Es mucho,
es demasiado,
lo sabe y lo acepta
con lágrimas ya secas
entre almohadones olvidados,
con sonrisas apagadas
entre frías paredes,
con palabras olvidadas
entre amaneceres sin brillo,
con caricias perdidas
entre las piedras de la vida,
con besos aparcados
entre sábanas de pena.
Entre los susurros
de aquella noche en vela ...
Maria Glez Méndez
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