A la mayoría la conocemos por casualidad, pero algunos están destinados a cruzarse en nuestro camino.
Se convierten en los amigos especiales y no podemos explicar el lazo que nos une a ellos... los que nos comprenden y comparten nuestras alegrías y nuestras penas.
Su amor no conoce límites,
de modo que aunque nos encontremos alejados,
su presencia sigue cerca de nosotros con una calidez que se siente en el corazón.
Este amor se vuelve el sendero en el que no se cuentan los kilómetros.
Y así, estos amigos destinados
a cruzarse en nuestro camino
permanecen siempre cerca de nosotros.
Desconozco a su autor
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