para enhebrar los latidos
apresurados mi corazón cansado.
Solo tengo tu voz
en fugaz volada en un cielo lejano
de nubes incoloras.,
siempre vestidas de seda gris.
No sé de tu faz
Ni de los surcos de tus horas vividas.
Solo tengo tu voz
y la ternura traspasa las millas
y el verano simula humedad
en los campos áridos
que comienzan a llenarse
de semillas germinadas.
Solo tengo tu voz
Que sacude mis mañanas
de esperanzas dibujadas
en papeles imaginados.
Solo tengo tu voz
vivo con ella
para saltar los parajes verdes
de las simas encumbradas
del mañana que vive en la quimera.
Pinto de azul tu voz
y vuelo los aires
plenos de golondrinas viajeras
que te abrazan en mi grito de amor
escondido en el plenilunio
con nubes de insomnio perenne
de una ilusión eterna.
Solo tengo tu voz…
Mariela Lugo
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