Tú eres el único responsable de que en las madrugadas frías me despierte buscando tu calor, y no quiera abrir los ojos y empezar un nuevo día porque me gusta imaginar que es solo una pesadilla el que no estés a mi lado, y me aferro a mi almohada tratando de que por algún milagro de Dios se convierta en tu cuerpo y me llenes todos los huecos que están hechos para que quepan perfectamente entre tus brazos, por eso no comprendo que te empeñes que te deje en el pasado.
Tú eres el único responsable de que me aferre a este sentimiento que tú me hiciste conocer, que tú sembraste en mi e hiciste crecer y madurar, y que através de ese sentir aprendí a ser feliz, a ser libre, a conocer lo más bello que el mundo puede darnos, a caminar flotando sin que pesen los pasos, a reírme hasta de mi misma, a sacar lo mejor de cada persona, a aprender algo bueno aún de los peores momentos, no me digas ahora que es mejor que te borre de mi historia.
Tú eres el único responsable de las lágrimas que han brotado de mis ojos ultimamente, de este temor que pocas veces me deja conciliar el sueño, de esta angustia que trepa de mi estómago hasta mi garganta, de esta sensación de estar sin estar que me tiene vuelta loca, de esta desesperación por salir a buscarte y la frustración por no poder hacerlo, de querer escucharte y tu aferrado a esa negativa de enfrentar lo que tú mismo hiciste, queriendo que así te desaparezca de mi.
Tú eres el único responsable de que haya conocido la felicidad y la tristeza, lo más grande y lo más pequeño, lo eterno y lo volátil, de mi mundo en colores y en blanco y negro, la luz y la obscuridad, tú eres el único responsable de que yo quiera seguir viviendo y también de que quiera morir, debes hacerte cargo de lo que tú mismo creaste y no simplemente huir de lo que es tu responsabilidad, encárame, ten el valor de mirarme a los ojos y decirme que todo fue una mentira...
BR
Publicar un comentario