El fomentar valores y virtudes en los hijos que los hagan personas de bien y felices es un camino que debe iniciarse desde los primeros años de vida.
Para que los niños logren alcanzar sus metas, sean exitosos y encuentren la felicidad, es necesario educarles la voluntad.
¿Cómo educar la voluntad?
Antes que nada, es necesario poner en práctica la educación temprana, con esto me refiero a aprovechar los períodos sensitivos o los momentos en que el desarrollo evolutivo de las capacidades de la persona facilitan y potencian determinados aprendizajes, para los que biológica y psicológicamente se está en mejores condiciones. En otras palabras, el momento oportuno para la formación de ciertos valores y virtudes es a una determinada edad en el desarrollo evolutivo de los niños.
De 1 a los 3 años de edad es la etapa ideal para formar la virtud del orden; de los 3 a los 6 años, la obediencia; de los 6 a los 9 la generosidad; de los 8 a los 12, la laboriosidad; de los 12 a los 15, la solidaridad; y de los 14 a los 18, la lealtad.
El aprovechar estos períodos sensitivos facilita la formación de virtudes y hábitos en la vida de los hijos. El orden puede iniciarse desde el primer año de edad, permitiendo al niño ayudar a guardar sus juguetes. La obediencia debe reforzarse a través de una comunicación eficaz que permita a los niños entender las conductas concretas que se esperan de ellos y poniéndoles las reglas claras para que ellos puedan obedecerlas.
La generosidad se enseña dándoles la oportunidad de ayudar a quienes les rodean. La laboriosidad pueden aprenderla a través del trabajo escolar o de responsabilidades en casa y recibir alguna remuneración por llevarlas a cabo. Entre los 12 y los 15 años es el período sensitivo de la solidaridad y ésta se logra por medio de situaciones sociales en las que enseñamos a los jóvenes a ponerse en los zapatos de los demás. Por último, la lealtad se logra a través del desarrollo de amistades sinceras y duraderas.
Esto no significa que si su hijo tiene 5 años no puede aprender a ser generoso o si ya pasó la etapa de la enseñanza del orden no puede adquirirlo más adelante. Simplemente, los períodos sensitivos les permiten a los pequeños aprenderlo más fácilmente.
Lo importante es facilitarles situaciones y experiencias que les permitan desarrollar estos hábitos y virtudes, de preferencia durante la edad pertinente, para que éstas sean internalizadas.
Sofía Quesada
Educación - BrainRx
Licenciada en Psicología Educativa (Universidad Rafael Landívar)
Entrenadora Certificada de BrainRx (Learning Rx Colorado Springs)
Master en Asesoría Educativa Familiar
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