¿Por qué son importantes los límites?, se preguntarán. Pues he de decirles que tienen varios objetivos:
- Reafirmar la seguridad y salud mental/física del niño.
- Proporcionar orden y estructura en la dinámica diaria de la vida del niño y de la familia.
- Llevar un sentido de vida coherente; que lo que digo como padre, lo expongo con mi ejemplo.
- Ayudar en la construcción de la personalidad del niño o adolescente en aspectos como :
- El desarrollo de la voluntad, la tolerancia a la frustración y el aplazamiento de las satisfacciones, además de tener en cuenta los derechos de los demás.
Ahora bien, ¿cómo ponemos límites a los niños y adolescentes?
(Continuará)
Claudia Cuyún
Psicología Familiar y de Adolescentes
Terapeuta en Audición y Lenguaje
Licda. Psicología Clínica
- Es preferible que existan pocos límites, que estén bien definidos y en los que se pueda mantener una coherencia.
- Los padres deben haber acordado -y están convencidos- sobre lo que van a pedir a los niños.
- Los papás deben haber decidido, de mutuo acuerdo, qué consecuencias tendrá el hecho de que su hijo no cumpla un determinado límite o norma, y se lo comunicarán al niño.
- Una vez establecido un límite, hay que mantenerlo, siendo constantes.
- Los padres deben ser modelos de la conducta que desean forman en sus hijos.
- Estar dispuestos a revisar los límites con el paso del tiempo, sobre todo en la adolescencia.
(Continuará)
Claudia Cuyún
Psicología Familiar y de Adolescentes
Terapeuta en Audición y Lenguaje
Licda. Psicología Clínica
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