Y allí...

Y allí, encerrada entre las rejas de sus lunas, suspiraba por los días perdidos sin entender por donde se le colaron las horas.
El tiempo se marchita, mientras sus manos se arrugan sin el latido de aquellas caricias, desvanecidas entre sábanas de dolor.
Sus ojos quieren dejar de soñar con ese mañana que se diluyo antes del amanecer de lo que se convirtió en un "día más ".
En sus labios conserva el sabor de aquel olor que desprendían los besos de tu alma.
En su piel aún tiene grabadas las huellas de tus manos, no permitiendo que nadie se las robe.
Sabe que es un pobre soñadora, vive de sus recuerdos, anhela sus sueños, con ellos acalla la sed de su corazón.
Sabe que el ayer se fue y que el mañana será oscuro, ya sólo mira a través de las rejas de sus lunas esperando la llegada de aquella que se la llevará.
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cosas de loca soñadora, en una noche que no vio la luna
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Maria Glez Méndez