Tan ensayada a tus palabras.
Tan perfecta ante aquellos que te hacían ser.
Y cuando te dije que me llamaba mi nombre,
Que solo me compartía contigo,
Que no tenía título de propiedad, ni jaula que me diera alas...
Me viste... así, tan desnuda de mí, tan yo...
Tan imperfecta, tan humana...
Quebré el espejo que me escondía, solo para serte como soy.
A veces tormenta, otras huracán... y muy de vez en cuando calma,
Pero aun así, aquí estoy haciendo collares con nuestros recuerdos,
Deshojando memorias, gritando silencios.
Algún día alguien se quedará en mis penumbras
Y yo, le enseñaré mi cielo.
Beatriz Fonnegra
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