de la vida mancillada por el tiempo,
de ese ser, no siendo
Pasas de la invisibilidad
a la que el tiempo te postergo,
a la claridad del nuevo amanecer
Recompones, poco a poco
el puzzle en que derivo
ese corazón cuarteado
por los sinsabores de los días sin sol
Renaces de entre las sombras
de aquellos gigantes,
de entre las cenizas,
de aquella vida quemada
en la hoguera de los días
Vuelves a ver con tus ojos
el verde del cielo
Vuelves a oír con tus oídos
el cántico de las piedras
Vuelves a caminar con tus pies
sobre las aguas del océano
Vuelves a tocar con tus manos
el sabor de la vida
Vuelves a sentir con tu corazón
el calor de las estrellas
Vuelves a Renacer
Bienvenid@ ¡!!
...
María Glez Méndez
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