No estamos vagando sin objeto por alguna boscosa senda espiritual. No estamos caminando a ciegas, dando vueltas y pidiendo que se nos diga que hemos de hacer, porque la ciega actuación de alguien nos ha engañado. Esta montaña rusa emocional, esta senda equivocada que nos empuja a lugares vacíos, que nos hace arrastrar por largos y oscuros túneles y que, inesperadamente, gira y tuerce- haciéndonos tropezar algunas veces contra murallas-, nos conduce a alguna parte.
Tanto si la califica usted de senda, de viaje o de aventura, tendrá un destino. Ese destino explica las palabras que estaban en la conciencia y en los labios de tantas personas. Explica la inquietud, la urgencia y el deseo- la nostalgia- que hay por doquier. Resuelve el misterio de por que tantas personas se encuentran a si mismas repentinamente, la conciencia de sus anhelos para encontrar el recto trabajo que hemos de hacer, el sitio adecuado en el que hemos de vivir, y la gente adecuada con la que hemos de vivir y trabajar, y por que todo eso tiene una importancia extrema. Arrojara luz sobre el hecho de por que tantas personas están comprometidas con establecer un contacto consciente con su ALMA, y con su conexión con el universo que los rodea. ¡Todos los caminos llegan al HOGAR!
Y todas las fuerzas del universo nos están presionando ahora, están conspirando, girando, tirando de nosotros y empujándonos para que vayamos allí. Tanto si este deseo se manifiesta de forma externa, como el anhelo de vivir y de trabajar en el lugar adecuado; o bien internamente, como una nueva impronta del interés por el ALMA, es tiempo de “ir a casa”. Es tiempo de recordar quienes somos y que hemos venido a hacer aquí. Es hora de recordar y activar el propósito que tiene nuestra alma para estar aquí.
Nuestro camino a casa significa llegar al corazón de lo que somos y de lo que vinimos realmente a hacer aquí. Abrir su corazón activa ese PLAN.
Melody Beattie de su Libro En Busca del Hogar Interior
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