pasión y dolor enlazados en palabras,
miradas nulas que laceran el latido de la vida.
nuestras almas fundidas en celdas azules.
Nadie sabe del trinar del ave peregrina
que dejaste como señal de nuestro encuentro.
hoy vuela lejana a la verja de los sueños
y de aquellas quiemras que pintamos
de ilusiones amarilla...
Mariela Lugo
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