Arrepentida por omitir expresar abiertamente el amor.
Culpa por exhalar vocablos cuando solo había que escuchar,
haber callado cuando debí gritar con decisión, con valentía.
Culpable de haber mentido para olvidar, de olvidar para no mentir.
Traicionar el amor, por cobardía, por evitar sufrir.
Remordimiento de cambiar mis anhelos por miedo a la osadía,
postergando mis sueños.
¿Permanecerás luego de haber confesado la derrota, la rendición:
la simple imposibilidad de ser mejor?
Sigue siendo triste esto de envejecer...sin piedad.
Sin embargo aún me conmuevo.
Sigue doliendo la sangre, la cruz,
el vacío escondido dentro de un montón de palabras
mientras todo inexorablemente se derrumba.
Continúa siendo el amor un presente incuestionable sobre toda existencia.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autoraCulpa por exhalar vocablos cuando solo había que escuchar,
haber callado cuando debí gritar con decisión, con valentía.
Culpable de haber mentido para olvidar, de olvidar para no mentir.
Traicionar el amor, por cobardía, por evitar sufrir.
Remordimiento de cambiar mis anhelos por miedo a la osadía,
postergando mis sueños.
¿Permanecerás luego de haber confesado la derrota, la rendición:
la simple imposibilidad de ser mejor?
Sigue siendo triste esto de envejecer...sin piedad.
Sin embargo aún me conmuevo.
Sigue doliendo la sangre, la cruz,
el vacío escondido dentro de un montón de palabras
mientras todo inexorablemente se derrumba.
Continúa siendo el amor un presente incuestionable sobre toda existencia.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
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