La diputada Jorgina Gaxiola Lezama (PVEM) promueve exhortar a gobiernos estatales para que cumplan con las acciones señaladas en la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), cuyo objetivo es reducir la incidencia de embarazos en ese sector de la población, respetando los derechos humanos, sexuales y reproductivos.
Precisó que un elemento indispensable para la exitosa implementación de la ENAPEA es la coordinación interinstitucional y la obligatoriedad de las entidades para incluir, dentro de sus normas y prácticas locales, el acceso de manera simple y efectiva de la población a todo tipo de métodos anticonceptivos. Particularmente, precisó, en el acceso a preservativos y su uso para prevenir el embarazo y evitar enfermedades de trasmisión sexual.
Refirió que hay avances importantes en la Estrategia Nacional, pues en el año 2015 se habían creado en quince entidades federativas grupos para la prevención de embarazos en adolescentes; no obstante, aún hay estados en los que se desconoce el avance de su creación, así como las acciones y resultados de la implementación de las Mesas Interinstitucionales de Prevención y Atención del Embarazo en Adolescentes.
La diputada Gaxiola Lezama mencionó que México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con la mayor tasa de natalidad en mujeres adolescentes: ocurren 77 nacimientos por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años, y tan sólo en el periodo 2013-2014 se registraron 394 nacimientos en niñas de 10 años, según datos obtenidos de la asociación Save the Children.
Dicha asociación refiere que 1 de cada 5 nacimientos en México corresponde a una adolescente menor de 20 años de edad; la tercera parte de embarazos adolescentes no son planeados; un 40 por ciento de estos embarazos ocurren en estratos socioeconómicos bajos, y el acceso a los métodos anticonceptivos, no es equitativo en todas las entidades federativas de nuestro país.
Expuso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que adolescentes menores de 16 años corren riesgo de defunción materna cuatro veces más alto que mujeres de 20 a 30 años.
Urge atender la elevada tasa de mortalidad a causa del embarazo en la adolescencia, ya que de 2010 a 2014 se presentó incremento del 12.71% al 13.89%, que significa un aumento de 137 a 142 muertes maternas.
Las consecuencias que derivan del embarazo en mujeres adolescentes son tema que debe atenderse prioritariamente. El 11.8% de ellas desertan de la educación media superior a causa del embarazo, y el 59% de entre 12 y 19 años de edad sólo cursó hasta la secundaria, situación que las coloca en un contexto de gran vulnerabilidad económica.
El origen del incremento de embarazos, sin duda, está relacionado con la falta de educación y, en general, con la ausencia de políticas públicas dirigidas específicamente a esta parte de la población que por décadas no había sido atendida, lo que derivó en un grave problema de salud pública en nuestro país.
Por ello, enfatizó, este tema requiere de la intervención de las autoridades de los diferentes niveles de gobierno, para garantizar la implementación de acciones que permitan a niñas y adolescentes estar más informadas sobre las consecuencias de la maternidad precoz.
Comunicado firmado por CCS / Cámara de Diputados
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