Retomando el artículo anterior habíamos hablado de la pérdida de la pareja y platicamos acerca de la primera etapa que es la negación, por lo cual, ahora abordaré la segunda reacción ante la pérdida de la pareja.
Etapa del enfado: se presenta en el momento en el cual la persona acepta que su pareja quiere definitivamente la separación. Si se está estancado en esta etapa, la persona no podrá retomar el control de su vida ni de sus emociones, puesto que está pensando constantemente en el enojo que le genera la pérdida, no podrá establecer ningún tipo de relación a futuro, pues se estará encasillado pensando y asociando su pérdida con sus demás relaciones y exteriorizará una actitud defensiva y negativa que le traerá incomodidad y le generará un constante malestar emocional.
Podrían exteriorizarse ciertas actitudes de euforia que podría dar como resultado compras compulsivas, adicciones, actitudes desproporcionadas al contexto en el cual se está viviendo, trayendo en consecuencia inestabilidad y una sensación desmedida de no poderse controlar en ningún sentido, para luego pasar a la siguiente etapa.
Etapa de negociación: la persona que percibe la pérdida de la relación con bastante dolor, comienza a experimentar un proceso de negociación consigo mismo y con su entorno, empieza a buscar cuáles son las ventajas que tiene como consecuencia de la separación, así como cuáles son las desventajas que se generan de la misma.
Comienza un proceso de evaluación hacia sí mismo queriendo darle un significado a las situaciones y a su entorno.
Etapa del dolor emocional: esta etapa es una etapa de las más importantes debido a que la persona comienza a pensar que como ya no va a encontrar a alguien tan especial como la persona amada, si sale con otra persona comienza a comparar y a encerrarse emocionalmente en eso, por eso, lo aconsejable en esa etapa es no reprimirse, sino sentir la ausencia de la pareja para no bloquear y dormir esa etapa y luego que vuelva a dispararse por algún recuerdo, y en caso necesario también recurrir a ayuda profesional psicológica para poder filtrar y ser guiado hacia la liberación total de esas creencias constituidas como disfuncionales y limitantes.
Por último tenemos la etapa de la aceptación: Es decir se comienza a asumir la pérdida aunque no se olvide, la persona comienza a pensar que ya no hay nada que hacer, que simplemente le toca salir de esa situación, que no importa si se humilla miles de veces y le pide a su ex que regrese eso no pasará, entonces se da la apertura al presente. Tal vez se sienta invadido y adolorido emocionalmente pero sabe que no lo estará de forma permanente, comienza a visualizar su futuro como algo más interesante y comienza a hacer consciente que existen otras posibilidades, es la etapa del despertar de la consciencia, de la sanidad, de la reparación emocional y es la etapa en donde se experimentan días de forma triste y luego se evidencian otros días de forma positiva y la herida emocional que sangraba comienza a cicatrizar y con este hecho se proyecta la esperanza.
En el próximo capítulo platicaré acerca de las estrategias para superar la pérdida de la pareja.
Vivian Solis
Psicología Clínica experta en Medicina Alternativa Master en Programación Neurolingüística
Psicoterapia y terapia especializada en Cromoterapia energética de Inglaterra, esencias de Bach, Andreas, Bush, y esencias para sanar emociones a nivel embrionario.
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