Una de las expresiones que repetimos con más frecuencia es "no tengo tiempo" o "cuando tenga tiempo lo haré...". Estas frases nos muestran la necesidad que tenemos de aprender a organizar nuestro tiempo de una mejor manera, para disfrutar de una vida más placentera.
Cuántas veces nos acostamos con la sensación de no haber hecho todo lo que nos habíamos propuesto, además de cargar con el cansancio que nos produce la ansiedad que acumulamos después de preocuparnos y correr la mayor parte del día sin lograr resultado alguno.
Es posible que no seamos muy realistas al momento de establecer nuestros objetivos y que, por esta razón, no hayamos podido cumplir con ellos. Pero también podría ser, simplemente, que no sabemos cómo organizar el tiempo de manera que podamos ser más efectivos y eficientes al cumplir con nuestras responsabilidades y asuntos pendientes, sin sacrificar el disfrute de momentos de calidad para compartir, relajarnos y divertirnos.
Siempre tendremos infinidad de compromisos, responsabilidades y cosas por hacer, de manera que tenemos que armarnos de valor, voluntad y determinación para hacer los cambios necesarios en nuestro estilo de vida que nos permitan conservar el espacio y el tiempo que nos hacen falta, sin sentirnos culpable de hacerlo. ¡No dejemos para mañana lo que podemos comenzar a organizar hoy!
Es importante aprender a planificar y administrar el tiempo de una mejor manera, para que seamos nosotros quienes lo manejemos y no ocurra a la inversa y sea él el que nos maneje a nosotros.
CLAVES PARA ORGANIZAR TU TIEMPO
1. Planifica la noche anterior.
Haz una lista con todo lo que tienes pendiente y organízalo por prioridad. Luego establece horarios y plazos para resolverlos.
Toma en cuenta el tiempo real que te tomará cumplir con cada uno de ellos.
2. Comienza por lo más importante.
Recuerda que en las primeras horas del día es cuando más podemos rendir y resérvalas para las tareas que necesitan más atención y responsabilidad. Comienza por aquella que no puedes postergar porque te podría impedir cumplir con las demás.
3. Ocúpate de una sola cosa a la vez.
Puede suceder que te distraigas fácilmente con la invitación o las sugerencias que te hagan las personas que te encuentres... No te disperses, concéntrate en lo que tienes que hacer.
4. Evita las esperas innecesarias.
Esto no significa pasarte el día acelerado y corriendo de un lado a otro. Planifica y toma en cuenta las distancias y el tiempo que te tomará realizar cada una de tus actividades para que no queden tiempos muertos. Si tienes que esperar, aprovecha el tiempo para resolver algún asunto pendiente por teléfono o para leer un libro.
5. Delega y comparte responsabilidades.
Pide la colaboración de todos los miembros de tu familia o de tus compañeros de trabajo si la necesitas. Aprender a delegar te ayudará a sentirte menos abrumado y a disponer de más tiempo libre de calidad.
Maytte Sepúlveda
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