Para no extrañarte más por Merlina Meiler

Una de las fases más difíciles de pasar cuando nos separamos de alguien es la de dejar de extrañar a la otra persona.

De hecho, me contactan tanto hombres como mujeres para ver de qué manera transitar esa etapa de la manera menos dolorosa y más apacible.

A continuación, varias ideas para ayudarte a aliviar el proceso de “extrañamiento” de quien estuvo en tu vida hasta hace un tiempo.

- Habla de tu ex pareja en pasado. Si sigues diciendo “mi novio” o “mi esposa” no le estarás dando lugar a tu mente a acostumbrarse a la realidad que estás transitando. Se trata de tu “ex”.

- Intenta no ir a lugares donde sabes que se pueden encontrar, lo máximo posible, sin que te sientas limitado excesivamente. En caso de trabajar o de estudiar juntos, antes de dirigirte a ese sitio en común, imagina que hay una pared bien gruesa entre ustedes dos, que te protege, o llega y vete en compañía de alguien cercano.

- Borra los ringtones que tengas en tu teléfono que puedan hacerte acordar a él/ella al sonar.

- Con respecto a las fotos en común, ponlas en una carpeta especial (si sabes cómo hacerlo, que esa carpeta esté dentro de otra y dentro de otra más, para dificultar el acceso), hasta que decidas qué hacer con ellas. Tenerlas a mano con la posibilidad de toparte con ellas en cualquier momento no es una buena opción.

- Pídele a todos tus amigos y conocidos que no te vengan con chismes ni con información sobre esa persona. Parecería que hay quienes se regodean en venir a contarte las últimas novedades o a inventar situaciones – aléjate de estos seres que no buscan tu bien, aunque eso digan.

- Bloquéalo de tu teléfono y de tu correo electrónico, tanto como sea factible (digo esto último porque si trabajan juntos, tendrás que seguir en contacto en términos comerciales). Si nada te une, tanto mejor: no dudes en borrar su nombre de todos los lugares que puedas.

Separarse internamente de quien estuvo en tu vida es un proceso que llevará un tiempo.

Es lógico que vayas teniendo ciertos días mejores que otros. A su debido momento, los días buenos y muy buenos comenzarán a desplazar, definitivamente, a los no tan agraciados.

De a poco y con la cercanía de tus seres queridos, pasarás a la siguiente etapa de tu vida, que se revestirá de nuevos colores, muchos aún ni siquiera imaginados.

Fuente: 

Mejora Emocional