Decisiones difíciles: Alguien tiene que tomarlas

Existen momentos en la vida en los cuales debes tomar decisiones difíciles que sabes van a afectar a más de alguien a quien aprecias o que alterarán el estilo de vida al que actualmente estas acostumbrado y eso te retrasa de la decisión que tarde o temprano tomarás.

Cuando la persona no se hace cargo a tiempo de solucionar o terminar con algo que debe hacer por sí misma, la vida y las circunstancias se encargan del asunto. Algunas veces ya con consecuencias indeseables que, de haber sido lo suficientemente valientes en su momento, se habrían evitado.

Pero, ¿cómo podemos saber cuándo se ha terminado algo y que ya estamos viviendo "tiempos extras"?

Si ya de un tiempo para acá (semanas o meses), te has venido quejando constantemente de esa persona, ese novio o novia, ese trabajo, esa casa o esa situación y no ha mejorado, es porque seguramente ya necesita un cambio de parte tuya.

• Según Einstein, "si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".
• Si cada vez que hablas del "tema", tu familia y amigos solamente ruedan los ojos, como diciendo: otra vez vamos a empezar... probablemente ya los tengas cansados. Te aseguro que no están tan cansados como tú.
• Si cada vez que te acercas a esa persona, trabajo o situación, tu cuerpo tiene manifestaciones cada vez más fuertes de rechazo, temor, desgano, desesperación o enojo, probablemente te quiere decir algo.
• Si de un tiempo para acá tus males han empeorado: tienes gripe más seguido, los dolores de cabeza son más fuertes y más constantes, la irritación estomacal está peor que antes o duermes menos, se me hace que tu cuerpo te esta advirtiendo a gritos de que no debes seguir.
• Entonces, un día con todo el valor dices: "Sí, es cierto, estoy harto, pero el dinero/el miedo/el qué dirán/no puedo vivir sin ella/voy a decepcionar a/no quiero quedar mal..."
• No estás actuando por tu mayor bienestar, estás evitando verte en el espejo y enfrentar la realidad: Eso que ya no te (gusta, llena, hace feliz) debe terminar/cambiar/modificarse.
• Si te parece un alivio gigantesco imaginarte en una situación significativamente diferente de la que vives hoy, creo que es el momento de decirlo en voz alta y tomar una postura al respecto.
• Porque debo luchar por mí mismo y no "dejarlo pasar".

Déjame decirte algo: Si no lo haces tú, la vida lo hará por ti. Cuando llega ese momento puede ser muy tarde. Es mejor hacer cortes limpios antes de que las situaciones se desgarren por el peso y los resultados sean feos y desagradables como tus temores predijeron, justificándolos.

Se pueden evitar esos finales malos. No hay nada de malo en tener un cambio de opinión o de corazón, pero es importante salir de las situaciones de vida que ya no nos encajan, que de alguna forma ya no deseamos tener.

Es importante ser el villano de vez en cuando, no podemos todo el tiempo ser los protagonistas buenos, dulces y complacientes, hay momentos en que debemos ser implacables y defendernos.

Así como terminar las situaciones de frente, a tiempo, con valor, humildad y honradez. Creo que no existe mayor satisfacción que saberse libre de "encontrarse con esa persona" después de haber separado sus caminos, sin sentir ningún temor o vergüenza.

Somos seres libres e independientes que tienen derecho a cambiar de opinión durante el camino por la vida, a cambiar de circunstancias y nada ni nadie sabe mejor lo que necesitamos que nosotros mismos; no podemos ni debemos ignorar nuestro interior y nuestros deseos secretos.

Atrévete a escucharte a ti mismo y déjate llevar. En un principio puede ser aterrador, pero una vez le apuestas a tu corazón, la vida te compensa.

Algo más: Si ya no deseas algo en tu vida, es porque eso ya no te corresponde vivirlo y hay por ahí una nueva situación esperando que ese espacio quede libre para llegar a ti. ¡Suerte!

Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
Socia Fundadora de Colegio de Psicólogos