Si la otra persona se expresa con críticas, exigencias, o malos modos (lenguaje chacal, depredador), usted puede ponerse sus orejas CNV (Comunicación No Violenta), y escuchar el lenguaje del corazón. Las orejas CNV pueden servir como traductor. No importa qué diga la otra persona, con estas orejas usted escucha sólo su corazón.
Cuando el tema es delicado, y cada vez que es abordado termina en una discusión desagradable, el lenguaje del corazón o Comunicación No Violenta, podría ayudar.
Por ejemplo: con estas orejas la otra persona dice: “El problema con usted es que....” y usted escucha: “lo que me gustaría es....” Así no escucha ataque ni crítica ni exigencia ni juicios.
Con estas orejas puede comprender que la crítica destructiva es una expresión triste de una necesidad que busca ser satisfecha. Es triste porque por lo general, una crítica no crea una buena conexión humana, y al contrario, puede causar problemas y tensión entre las partes. Algunas veces las relaciones pueden estar deterioradas, y se requiere una honesta intención de conexión para repararlas.
Ejemplo:
Esta es una conversación entre una pareja, en que una de las partes está aprendiendo el lenguaje de Comunicación No Violenta.
Esposo:
--Nunca me escuchas! (esto es un indicador de que él necesita empatía. Cuando una persona se expresa con irritación, o de forma acusatoria, está diciendo: “me siento mal; necesito empatía”)
Esposa:
--¿te sientes frustrado porque tienes una necesidad de ser escuchado?
--Sí
--¿Deseas que te escuche en este momento?
--Sí.
Ella expresa su honestidad:
--Admito que me siento un poco aprehensiva de lo que vas a decir y de cómo lo dices. Si vas a decirme otra vez que quieres que cambiemos a los niños de la escuela porque no tenemos dinero para pagarla, me siento un poco nerviosa porque solemos terminar en un disgusto. (Le dice cómo se siente ella, pero sin acusarlo o atacarlo a él. Esta manera de expresarse provoca menos reactividad en el otro, disminuyendo las probabilidades de que él se sienta atacado por lo que ella dice).
Esposo:
--Es cierto. A mí tampoco me gusta. Es que tú peleas algo que no tiene sentido. Es obvio que no nos alcanza para esa escuela!
--Estoy escuchando que piensas que no nos alcanza para pagar la escuela. (aquí ella refleja lo que entendió o escuchó)
--No nos alcanza, mujer! No nos alcanza! (subiendo la voz) (Este es otro indicador de que su necesidad de empatía aún no ha sido satisfecha)
La esposa vuelve a darle empatía a él:
--¿estás molesto y quieres que yo acepte que no tenemos dinero para pagar la escuela?
-- sí, ya lo he dicho muchas veces.
--¿estás preocupado por el dinero que se está gastando en la escuela? ¿te gustaría tener más dinero para gastar en otras cosas?
--si, así es
--¿hay algo más que te preocupa de esta situación? ¿hay alguna otra razón por la que no quieres que los niños vayan a esa escuela?
(con esta pregunta, ella trata de buscar si hay otras desavenencias escondidas detrás del tema de la escuela de los niños)
--no, la escuela está bien; lo que me preocupa es el dinero.
--entiendo. ¿te sientes plenamente escuchado acerca de esta situación?
--si, me siento escuchado.
La esposa ahora hace una petición:
--¿estarías dispuesto a escucharme a mí hasta que yo esté completa?
--sí, te escucho.
--“Cuando pienso que le estamos dando una buena educación a nuestros hijos, me siento orgullosa, porque mi necesidad de logro, ... de éxito como madre, está siendo satisfecha...
Entiendo que los dos valoramos el darle una buena educación a nuestros hijos”. Ella busca con la mirada su acuerdo.
El asienta con la cabeza.
--... y claro, yo también querría tener más dinero disponible. ¿podrías repetirme lo que escuchaste para estar segura de que me he comunicado bien?
--dices que te sientes orgullosa como madre si le das una buena educación a tus hijos..., y que también tú querrías que tuviéramos más dinero.
--gracias, sí. ¿tú también quieres estas dos cosas: una buena educación para los niños y más dinero disponible?
--sí.
--¿crees que si definimos que es para cada uno de nosotros “una buena educación”, y la cantidad de “dinero disponible” avancemos un poco en esto?
--eh.. sí, podemos intentarlo!
La empatía disipa el antagonismo.
Teniendo claro qué cosas valoran en la educación de sus hijos y qué tanto las valoran, les ayuda a ver ese punto con más claridad.
“La danza de la comunicación” como la llaman en CNV está comenzando. Las partes regresarán a sentimientos y necesidades a cada paso de su exploración de maneras de satisfacer las necesidades de todos los involucrados. Cuando exploren el presupuesto, nuevamente identificarán las necesidades de él y de ella.
Es común que una persona sienta temor de que sus necesidades no van a ser satisfechas, de que va a tener que sacrificarse por “el bien común”. La empatía permite reducir la intensidad de ese miedo y le da confianza a la persona de que la satisfacción de sus necesidades también es importante.
La Comunicación no Violenta es un proceso. El tomarlo como un proceso ayuda a estar más calmado y a sentirse más a gusto con las situaciones que enfrentamos.
En vez de tener otra pelea, esta pareja colabora en buscar juntos maneras de satisfacer la necesidad de sentirse valiosos como padres, de sentirse más holgados económicamente, y de mantener una relación de pareja basada en la consideración y el respeto mutuo.
Fuente:
Construyendo relaciones familiares con amor
Escuchar con empatía y compasión
Title: Escuchar con empatía y compasión
Author: Jose Luis Duarte
Rating 5 of 5 Des:
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