Miles de pensamientos pasan por nuestra cabeza cada minuto. Sin embargo, no nos olvidemos que tenemos el poder de decidir qué tipo de pensamientos alberga nuestra mente. Tenemos la capacidad de entretener cualquier tipo pensamiento o de soltarlo. Esto significa que cualquier pensamiento negativo que persiste en nuestra mente está ahí porque nosotros estamos permitiendo que esté allí. Esto me recuerda un viejo cuento zen sobre dos monjes que estaban realizando un largo viaje. Llegaron a un río, y junto a él divisaron a una mujer muy hermosa. Y la mujer dijo:
- Por favor, ¿tal vez uno de vosotros, amables mojes, podría ayudarme a cruzar al otro lado? Ha llovido mucho. El río ha crecido, y la corriente es demasiado fuerte para mí.
Los dos monjes se miraron el uno al otro, porque habían tomado un voto secreto según el cual jamás podían ni siquiera tocar a una mujer.
Y entonces, el monje más mayor, sin mediar palabra, se inclinó, cogió a la mujer en brazos, cruzó el río, la dejó al otro lado, y después los dos monjes continuaron su viaje.
El monje joven estaba asombrado. ¡No podía creer lo que había ocurrido! Transcurrió una hora sin que se cruzase una palabra entre ellos. Pasaron dos horas, y ni una palabra. ¡Tres horas! ¡Cuatro horas pasaron sin hablar!
Y el monje más joven, sin poder aguantarse más, finalmente se giró hacia su compañero y dijo:
- ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Cómo pudiste llevar a esa hermosa mujer al otro lado?
El monje más mayor se sobresaltó. Le miró sorprendido y exclamó:
- ¡Oh! –dijo- ¿Tú todavía la estás cargando? Yo la solté hace cuatro horas.
Y la pregunta que me gustaría hacerte ahora mismo es ¿cuántas cosas llevas en tu interior que deberías haber soltado hace mucho tiempo? ¿Cuántos errores, problemas, dificultades, caminos que no tomaste? ¿Cuánta basura llevas dentro de ti que deberías haber abandonado ya? ¿Y cuánto tiempo vas a llevar esta basura dentro de ti? ¿Toda tu vida?
Fuente:
http://comoliberaremociones.com
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