Tal vez hayan interrumpido su soledad por estar algún tiempo (corto) con alguien, pero inmediatamente han vuelto a estar sin compañía fija.
Algunas veces se quejan de no contar con alguien para compartir ciertas cosas o miran con recelo a quienes sí mantienen un vínculo, pero de cierto modo están tan a gusto con su soledad que no quieren ceder espacios ni abrirse a todo lo que implica relacionarse profundamente con un par.
En muchos casos, “nada les viene bien”: a todos los candidatos les ven algo que genera que no se entreguen o que, directamente, no se animen a salir más de una o de dos veces.
Hay quienes van a grupos de “solos y solas” o aceptan citas a ciegas permanentemente, pero nunca “enganchan”. También buscan por Internet, pero son tantas las razones que arguyen en contra de esto que tampoco hallan una salida al tedio que manifiestan tener mediante esta modalidad.
En mi modesta opinión, son solos y solas “crónicos”: la realidad es que no están dispuestos a formar una pareja (por la razón que fuera) y, en vez de sincerarse con ellos mismos o con los demás, buscan excusas, siguen transitando los mismos caminos con idénticos resultados e, incluso, hacen perder el tiempo de quien sí está realmente en la búsqueda de un amor.
Si no tienes una relación hace ya rato y tus intentos han sido infructuosos, no te estoy proponiendo que aceptes a alguien que te desagrada solo por hallar compañía estable. Pero piensa en estos puntos:
¿Encuentras defectos en todas las personas que se te acercan?
¿Te parece que tienen menos defectos las personas ya comprometidas con otros o quienes te resultan “imposibles”?
¿Crees que “no hay hombres/mujeres”?
¿Cómo te verías si estuvieras en una pareja formal? ¿Qué te dirías? ¿Cuáles serían tus sentimientos y emociones? ¿De qué manera transcurrirían tus días y los fines de semana? ¿Sería mucho lo que deberías resignar y te cuesta sobremanera hacerlo?
Si has sentido cierto desasosiego al formularte alguna de estas preguntas, lo más probable es que te aferres demasiado a tu situación de “single” y nada ni nadie te haga cambiar de postura, hasta que soluciones tus miedos, dejes atrás experiencias pasadas y te decidas a abrirte a la hermosa experiencia de compartir la vida con otro ser.
¿Eres o has sido alguien así? ¿Cómo volviste a relacionarte en pareja?
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