me han dicho que vestías de azul.
Sí has pasado por mi cielo,
justo antes de partir,
mis ojos llevo cerrados,
se han dormido sin mí.
Estos días son extraños,
solo horas que suspiran,
que de mi lado se van.
He perdido algunos pasos
antes de caminar,
¿ te das cuenta?, no te he visto.
¿ Cómo ha podido pasar?
Tú mi gran compañera,
la que desvelada espera,
el romance de los versos
que se escriben en el mar.
Las huellas sobre la arena, retinas sin dibujar.
Lejos estoy de aquel tiempo,
que solíamos conversar,
más aún de tus brazos
abrigando el corazón,
tejiendo con tus palabras,
las notas inolvidables, que no puedo recordar.
No supe que llegarías,
viniste sin avisar,
otra vez en ésta vida
me sorprende una partida,
por caminar distraída,
o por no saber mirar.
¡Luna mía!, alma del mundo,
luz azul, de amores blancos,
pincel de fieles poetas,
cuna de besos brillantes,
sonrisa del cielo profundo.
Luna azul , por una noche
amor de eternos encuentros.
Loreley J. Acosta Silveira.
2 de agosto. 2015.
Desde lejos pero cerca.
Feliz vida.
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