La luna que prometiste al calor de mí cuerpo, la bajé para mí,
Y no quería un rey en su castillo de arena,
Quería el hombre imperfecto perfecto para mí…
Que en sus manos esculpará mi piel,
En sus ojos mis gemidos, en sus labios mis sentimientos…
Revolcarnos en su pantano, acariciar nuestras espinas.
Después de tanto putrefacto olor a óxido,
Amarnos hasta donde el amor nos amé,
Y cuando ya no seamos tiempo, ni espacio
Dejar los recuerdos amándose por nosotros dos…
Y cuando lo lleve a mis penumbras no se esconda de mí soy,
Abrace mis defectos, acaricie mis temores
Y contemple mi vuelo con mis alas rotas, con el viento en contra…
Al final, sanará tantos dejos de amores de ensueño
Y nos renaceremos donde otros nos murieron…
Beatriz Fonnegra.
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