Dichas exacerbaciones están marcadas por la inflamación, hinchazón y endurecimiento de las vías aéreas, que resultan en sibilancias y broncoespasmos, tos y dificultad para respirar. Pero afortunadamente, es posible mantenerse a salvo de estos ataques.
Años tras año, se observa un pico de visitas en las salas de atención médica por pacientes con exacerbaciones asmáticas durante el otoño y el invierno, pero muchas de estas visitas podrían ser fácilmente evitadas con una simple prevención.
Cerca de 6.3 millones de niños en los Estados Unidos padecen de asma, haciendo esta enfermedad la más común entre las condiciones crónicas en niños. De todas maneras, los expertos del Hospital Hopkins alegan que existen tres pasos claves a seguir que pueden ayudar a prevenir las exacerbaciones en estos niños:
1. Vacunarse contra la gripe.
La gripe y otras infecciones del tracto respiratorio pueden causar serias complicaciones en los niños con asma y otras condiciones crónicas. La vacuna contra esta puede prevenir las infecciones minimizando las complicaciones del virus.
2. Evitar los disparadores del asma.
La mejor manera de evitar ataques de asma es evitar los disparadores de la misma, incluyendo alérgenos y productos químicos.
3. Utilizar las medicaciones de control regularmente.
Aquellos niños que experimentan síntomas asmáticos dos o más veces por semana, se benefician del uso regular de las medicaciones de control, las cuales suprimen la inflamación de las vías aéreas y previenen las exacerbaciones.
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