bajo la luz de la luna
y sobre el velo de plata
que guarda el misterio
de las aguas profundas
perfumadas de sal.
Quizás si esta noche
tu velero de ensueño
con las velas al viento
quiera hacerse a la mar
y sorteando las olas
se enrede en la cuerda
que ancla a mi alma
y encallando en mi puerto,
tú y yo, nos podamos amar.
María Elena Astorquiza V
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