Asimismo los especialistas en medicina natural han descubierto en esta exquisita fruta numerosas propiedades medicinales y afirman que produce buenos resultados cuando se le utiliza para el tratamiento de la tuberculosis y el raquitismo.
Esta planta que pertenece a la familia de las Betuláceas tiene su origen en los países europeos donde las condiciones climáticas favorecen su normal crecimiento.
Debido a su delicioso sabor pueden ser aprovechados, tanto en su forma natural, como en la elaboración de dulces y licores.
La avellana, su origen se ubica en Asia, desde donde su cultivo se expandió a Europa. Constituye uno de los más antiguos cultivos alimentarios y sus variedades más importantes son la europea o Corylus Avellana.
Es una planta que prefiere las localizaciones aireadas con una temperatura elevada unida a cierto grado de humedad, ya que favorece la fructificación y el desarrollo de las avellanas
Las Avellanas son un fruto del que se aprovecha casi todo: las cáscaras se emplean como comestible; las hojas dan de comer al ganado; la corteza y las hojas lo utilizan los laboratorios, para producir coagulantes.
Propiedades avellanas
Las avellanas son unas frutas oleaginosas, ricas
Lípidos.
Proteínas.
Hidratos de Carbono.
Fibra.
Vitaminas: B1, E, A.
Minerales: Potasio, Fósforo, Calcio, Sodio.
Ácido Fólico. Antioxidante.
Grasas monoinsaturadas (ácido oleico, y ácido linoléico).
Azúcar: 6’2 gr.
Tiene un alto valor alimenticio y su consumo es ideal para los niños, ya que aporta 2 mil 400 calorías al organismo cuando se le consume en forma natural.
Sin embargo, los especialistas en materia nutritiva indican que se debe evitar abusar en su consumo, pues se ha comprobado que puede ser el origen de una serie de transtornos en el aparato digestivo. Realmente, nada debe comerse en exceso.
Avellano
Es producida por el avellano que se caracteriza por ser un árbol de ramas flexibles y hojas redondeadas, con bordes dentados y nervaduras finas. Sus flores desabotonan en alimentos amarillentos.
El avellano es muy sensible a la sequía, y si las tierras son calcáreas y de naturaleza seca puede resentirse por la falta de humedad. Si se presenta una ligera sequía, es muy frecuente la caída prematura del fruto, y la cosecha puede verse reducida.
Antes de iniciar la plantación del avellano se trazarán líneas que coincidan entre si para permitir un trabajo cruzado que reduce la mano de obra al mínimo, se abrirán hoyos a una profundidad entre 30-40 cm, teniendo en cuenta que el avellano necesita grandes distancias de plantación.
El momento más ideal de efectuar la plantación será tan pronto como el árbol se haya desprendido de las hojas, o momentos antes de entrar en vegetación.
En los climas cálidos presenta necesidades de riegos, pero estos deben darse en el acto pues ya que de sufrir la más ligera sequía es causa de la caída prematura del fruto.
Las avellanas concentran un aceite de gran propiedad en la medicina tradicional, por lo que se le utiliza con buenos resultados en el tratamiento de numerosos males.
Los médicos naturistas han descubierto también que las hojas secas y frescas de esta planta tienen múltiples propiedades terapéuticas.
Para su mejor desarrollo el avellano necesita de un clima templado, suelo razonablemente rico y profundo.
Se sabe que el avellano se multiplica por semilla y por vástagos. La multiplicación por medio de vástagos resulta más ventajosa, desarrollándose estos plantones con mayor rapidez.
Se puede propagar también por acodo, por estaca y por injerto; pero estos dos últimos métodos son muy poco usados.
Virtudes de las avellanas
Las avellanas no sólo son populares debido a su alto valor alimenticio, sino que sus principales virtudes se deben a los buenos resultados que se obtienen contra numerosos males, cuando se le utiliza como medicina natural.
Contienen un aceite que es muy utilizado para el tratamiento de inflamaciones intestinales. Para el mismo problema también se puede hacer uso de las hojas y flores, que deben ser recogidas cuando se encuentran frescas y secadas al sol, para aprovechar mejor sus propiedades terapéuticas.
Debido a su gran poder nutritivo y la gran cantidad de vitaminas que las avellanas aportan al organismo se ha comprobado que esta fruta es ideal para las personas que sufren de anemia.
Una de las enfermedades más comunes de la sociedad moderna es el estrés que es un problema de origen nervioso que se suele producir por el cansancio y debilitamiento de los diferentes órganos del cuerpo. Contra este problema las avellanas intervienen favorablemente.
Debido a la alta proporción de calcio que concentran, las avellanas alivian los síntomas de la osteoporosis que es una enfermedad que se produce por la descalcificación de los huesos que se produce durante la edad adulta, especialmente durante la etapa de la menopausia.
Las avellanas son muy energéticas porque poseen gran cantidad de aceite que contienen y no tan pesadas como las nueces. Se pueden comer crudas o tostadas.
Fuente:
http://vidaok.com
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