Fuimos lágrima dulce que recorrió nuestras mejillas, nacida de una profunda emoción, la combinación perfecta de ternura y pasión, la promesa cumplida, el sueño alcanzado, la cima de la montaña que se anhela desde la infancia y a la que muy pocos podemos llegar, fuimos poema que hace vibrar las almas, escultura que logró romper la gelidez de un mármol, fuimos vida en lo inerte y esperanza en la desolación, fe, risas, abrazos y caricias, fuimos complemento.
Fuimos ese sentimiento que hasta hoy nadie ha podido describir con exactitud, esa libertad que hace tender los brazos al viento y ponerse de cara al sol, la fuerza inagotable para cambiar el mundo, el milagro indecible que transforma hasta a la naturaleza, fuimos entrega total y sostenida en el cénit de la luna, leña que entibió el más cruel de los inviernos, paz en medio de una tórrida batalla, suavidad en el tono de la voz, fuimos la más brillante luz.
Fuimos el secreto que se revela con orgullo, dejando atrás egoísmos y soberbias, desesperación por que nuestros labios se encontraran una y otra vez, baile de caricias sobre nuestras pieles, fuimos lienzo virgen donde se dibujaron las obras de arte más exquisitas, con la tinta de nuestros alientos, fuimos lo inalcanzable, lo inmortal, lo que vivirá por siempre, aún en contra de lo predecible, lo etéreo, lo intocable, fuimos la fusión de dos.
Fuimos la felicidad desmesurada, la confianza inagotable, la unión perpetua, la razón a lo que no tiene explicación, lo común convertido en excelencia, la palabra nunca dicha, fuimos el beso que siempre se desea, el abrazo que nunca sobra, la celebración constante, un par de copas de vino que siempre chocan, el sonido en medio del silencio, fuimos grito exaltado ante las censuras, oasis en el desierto, una idea fresca que no termina, fuimos simplemente, la definición perfecta del amor.
BR
Publicar un comentario