que vigila sigilosamente
Abrazarás la estrella más brillante del firmamento
que esconde aquello que tanto anhelas
Cargarás la panza de aquella sedosa nube
con las lágrimas de tu corazón
Regalarás tu sonrisa a la crisálida
que mañana. convertida en mariposa,
se alojará en algún ser, inundándolo
del mismo amor que tú ayer sentías.
Depositarás en tu almohada
los sueños, con la esperanza
de que algún amante los recoja,
y los viva con el mismo anhelo
que los deseaste
Desearás que tus zapatos enseñen el camino
al vagabundo de la vida, apartándole las espinas
Y, así, ya libre, dejarás tu maleta
en el anden de aquella estación perdida.
...
María Glez Méndez
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