Olvidemos dónde nos perdimos, y, dejamos de sernos...
Nos vestimos de otros, disfrazamos nuestros ojos,
Pretendiendo dibujar en sus soledades, nuestra silueta.
...Y nos llenamos de compañías solas,
De cuerpos, que solo nos habitaban, pero, no estábamos...
Huíamos al encuentro de nuestras almas,
Violábamos el orgullo, aspirábamos las balas de nuestras palabras...
Y, sentíamos en sus caricias toscas, en sus besos oxidados
La memoria de nuestros recuerdos...
Sí, perdonemos el olvido, las noches sin nosotros,
La piel de sin nuestra piel... Y, seamos nuevamente...
Remendemos el bolsillo roto, y recojamos las migajas que nos hicimos,
Deja que te habite, hasta deshabitarme,hasta ser la muerte de nuestra agonía,
Y parirnos en las cicatrices de nuestros dejos.
He caminado, muchos senderos sin mis pies,
He volado, muchos horizontes sin mis alas...
Y, si, era libre... Libre, pero atada.
Abrázame, hasta que nos duré nuestros cuerpos,
Hasta que las arrugas nos invadan, hasta que mi rostro lo olvides,
Pero al final, de ese final, me veas, sin verme, me ames sin serme
Y por fin, resumas la eternidad en nuestras miradas.
Perdonemos, el perdón que no nos perdonó...
Y seamos todo, seamos nada.
Beatriz Fonnegra.
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