tan llena de todo,
de luna y de estrellas,
de silencio cortado
por cotorras cigarras
y entonadas goteras.
Adoro la noche,
envuelta en la bruma,
abierta a mis sueños,
abierta a mis ganas,
tan llena de todo,
tan falta de nada.
Adoro la noche
porque es toda mía
sin tiempo ni prisas
y acaba en momentos
de amor en la brisa
al despuntar el día.
María Elena Astorquiza V.
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