Que tal si tan solo por un día dejáramos de pensar en nosotros para pensar un poco más en los demás?
Qué tal si tan solo por un día nos guardáramos los comentarios negativos que hacemos sobre otros a diario llevados por nuestras propias fallas como la falta de tolerancia y el desamor por ejemplo?
Qué tal si tan solo por un día nos comprometiéramos a no decir más que la verdad de lo que comentamos y a quedarnos en silencio si no nos consta lo que publicamos?
Qué tal si solo por un día agradeciéramos a Dios y a la vida, por el día, por la noche, por el sol, por la luna y las estrellas?
Qué tal si tan solo por un día lleváramos una palabra amable a flor de labios para dársela a quien se cruce en nuestro camino?
Qué tal si tan solo por un día nos olvidáramos de las ofensas, de las diferencias que nos separan y del resentimiento guardado por tanto tiempo?
Qué tal si tan solo por un día fuéramos enfrentando al mundo con una sonrisa ligera?
Qué tal si tan solo por un día deseáramos de corazón que reine la paz en el mundo?
Qué tal si tan solo por un día saludáramos y nos despidiéramos de los nuestros con un beso cariñoso?
Qué tal si tan solo por un día ensayáramos a poner nuestro granito de arena voluntario adonde haga falta?
Qué tal si tan solo por un día dejáramos que el amor, el perdón, la compasión y la esperanza se adueñaran de nuestras almas?
Qué tal si tan solo por un día hiciéramos todo lo que he sugerido anteriormente?
Seguro que la tierra entera se llenaría de cargas positivas y al darnos cuenta de lo sencillo que puede resultar hacer un mundo mejor para todos, querríamos repetirlo cada día!!!!
María Elena Astorquiza V.
Foto:
El efecto mariposa, David, Krakov
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