siempre doblan sus minutos
cuando usted no está presente?
Sabe acaso como hiere,
sabe acaso que se siente
levantar la vista al cielo
y no encontrar una estrella
ni la sombra de un lucero?
Si duda usted de mis palabras,
haga entonces el intento
de saber si estoy mintiendo
y cuente uno a uno los minutos
de las horas transcurridas
mientras su amada está dormida
y a usted ya lo despertó la aurora.
Dígame usted si no es verdad
que el tiempo se hace eterno
cuando los brazos nos sobran
porque nos envuelve la soledad.
María Elena Astorquiza V.
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