“El camuflaje, sin embargo, no consiste únicamente en asemejarse al entorno, pues también se traga de conseguir que el cuerpo del animal combinando el aspecto de su contorno con manchas, ondulaciones y vetas. De esta forma, el ojo del potencial enemigo o la posible presa, e incluso le buzo en su escafandra, no puede reconstruir la imagen global del animal, alterada por marcas conspicuas que parecen aisladas y parte de un contexto más amplio que el cuerpo del pez. Así pues, los brillantes colores, que son como un reclamo APRA los seres humanos y los diseños llenos de contrastes que los visten, sirven en realidad para esconder al animal. Un caso peculiar es el del pez halcón (Oxycirrhites typus), sus marcas ajedrezadas en blanco y rojo, claramente visibles en una fotografía submarina, resultan ideales para esconder al animal cuando, como es su costumbre, se posa sobre una gorgonia. Las ramas entrecruzadas de las gorgonias y los huecos que se crean entre ellas encajan perfectamente con los colores del pez halcón haciendo así que sea difícil de identificar”.
Fuente:
Guía del mundo submarino
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