que alimente tus raíces,
sosegada calma
se desprende a tu alrededor
Ansiando el calor del sol
que germine tu alma
entre el bullicio de la aurora
Soñando con el fruto
de tu vientre
entre días y noches
se evapora el tiempo
Dibujando en colores
las sombras que soplas
sobre las piedras
de tus pies
Amamantando con tu sabia
el vergel de tu piel
hasta que el mañana
te vea desaparecer
Una semilla ayer,
una flor hoy,
un recuerdo mañana ...
María Glez. Méndez.
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