Por muchos años se ha tenido una idea adultocentrista de la infancia, se les ha considerado inocentes, ingenuos o faltos de criterio. Hoy te invito a escucharles para darnos la oportunidad de abrir nuestros oídos a perspectivas distintas. Prestemos atención a lo que niños y niñas tengan que decir para construir una nueva normalidad, con una sociedad unida, justa e incluyente, que reconozca nuestras diferencias como una fortaleza.
Desde hace varios meses, Greenpeace ha desarrollado una serie de talleres en diferentes ciudades del país como Puebla, Guadalajara, Pachuca y Metepec, Estado de México, en los que han participado más de 200 niñas y niños, con quienes hemos construido espacios de diálogo a través de la participación protagónica infantil, para conocer cómo perciben el deterioro ambiental y la contaminación atmosférica en su localidad y en sus vidas.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 nos obligó a poner pausa a este trabajo, a quedarnos en casa para reducir el riesgo de contagio de la enfermedad. La “nueva normalidad” nos da la oportunidad de tener un espacio para escuchar a la niñez, quien también ha padecido confinamiento -ahora por la pandemia y antes por contingencias ambientales- que les obliga a ausentarse de los salones de clase, de los parques, de las calles.
El diálogo con niños y niñas nos permite darle una nueva mirada a las problemáticas ambientales y sociales, pero también a las soluciones. Es la oportunidad de actuar como sociedad UNIDA y reconocer que necesitamos la participación de la niñez, una ciudadanía dispuesta a ejercer y exigir sus derechos, empezando por su derecho a la libre expresión, el derecho a jugar, el derecho a la salud y a un medio ambiente sano.
Durante los talleres, hemos construido en conjunto con las escuelas, profesores y la infancia estos espacios de discusión, en búsqueda de sus ideas, opiniones y preguntas, escuchándoles, dialogando, cantando, jugando, al final de las sesiones son niñas y niños quienes deciden cómo presentar sus perspectivas a otras personas e invitarles a actuar.
Han resultado obras de teatro, videos, canciones entre otros materiales que a partir de hoy estaremos compartiendo con ustedes, en ellos se conjuntan las reflexiones de los grupos y el compromiso que niñas y niños asumen cuando interiorizan la información.
Mientras escribo estas líneas, no dejo de sorprenderme porque la infancia es la nueva generación de guerreros y guerreras del arcoiris que protegen al medio ambiente. Ellas y ellos saben que la contaminación no es un juego. Tienen claro que necesitamos cambiar nuestro estilo de vida hacia uno que sea más sostenible, que nos ayude a mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades para poder disfrutarlas, porque la infancia es normal pero vivirla encerrada, no lo es.
Creemos que todos y todas tenemos un papel importante en esta lucha, el mío es acompañar a la niñez para facilitar los espacios de diálogo y que puedan darle voz a sus ideas, pero cada persona puede apoyar desde distintos frentes empezando por crear vínculos respetuosos con la niñez, para fomentar el respeto a la tierra que todos compartimos.
Por eso les invito a escuchar a los niños y niñas que les rodean, que experimenten en primera persona lo que es ver a la niñez participativa en acción y nos contagiemos de ella para lograr una nueva normalidad que sea justa y verde para todas y todos.
Por Deni Vargas
Greenpeace México
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