pero ellas solo buscan la ternura en mis labios.
Puedo gritar con el puño cerrado,
pero el clamor se resguarda en ese gesto como delicado cristal
y cae en un descuido sobre la vereda de mi casa.
Puedo romper mi alma horadando la piel
y así desangrarme para lograr la libertad que ansío.
¿Qué eres libertad cuando te nombro?
¿Grilletes de acero ceñidos a mi cuello?
¿Quién eres libertad cuando busco tu fortaleza?
La soledad oscila como un péndulo hasta que mis ojos se cierran.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autora
Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
Puedo gritar con el puño cerrado,
pero el clamor se resguarda en ese gesto como delicado cristal
y cae en un descuido sobre la vereda de mi casa.
Puedo romper mi alma horadando la piel
y así desangrarme para lograr la libertad que ansío.
¿Qué eres libertad cuando te nombro?
¿Grilletes de acero ceñidos a mi cuello?
¿Quién eres libertad cuando busco tu fortaleza?
La soledad oscila como un péndulo hasta que mis ojos se cierran.
Olga Maria Sain
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