Quién sabe si eso era lo que Beethoven tenía en mente – pero lo que está más allá de la duda es que esta pieza es tan famosa que incluso ha debutado en canciones pop.
Pero esta sinfonía tiene más que ofrecer que su entrada. La intensidad del primer movimiento invoca una enorme sombra por encima del lento segundo movimiento, el cual posee una dulzura que no suele durar demasiado.
El tercer movimiento es completamente tenso y lleva directamente – y dramáticamente – hacia el cuarto movimiento, el cual es probablemente una de las mejores composiciones heroicas jamás escritas.
Puede servirte para cuando vayas a trotar 10 kilómetros, o bien, para hacer que cualquier actividad sea más épica.
Fuente: Promoción Músical
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