detuvo su andar
al pasar por
mi ventana,
alumbrando
nuestro cuarto,
iluminando
la cama.
Te vi dormido
a mi lado,
desnudo entre
las sábanas,
con tu pelo
ensortijado
y una sonrisa
en la cara.
Quise pensar
que soñabas
con los besos
de mi boca
pero tus sueños
son solo tuyos
y quizás en ellos,
besabas a otra.
María Elena Astorquiza V.
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