¡ cuánta dulzura existe !
Mi boca abierta al beso es custodia de dientes
que muerden delicados frutos,
recipiente que se colma de néctares intensos,
de vinos sabrosos, de agua saciadora de sed.
Lugar donde mi lengua
-sutil serpiente de deleites-
lentamente ondea.
Lugar donde anida el milagro de la palabra.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autoraMi boca abierta al beso es custodia de dientes
que muerden delicados frutos,
recipiente que se colma de néctares intensos,
de vinos sabrosos, de agua saciadora de sed.
Lugar donde mi lengua
-sutil serpiente de deleites-
lentamente ondea.
Lugar donde anida el milagro de la palabra.
Olga Maria Sain
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Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
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