Marcelo Chávez Herrera nació en 1911, en la población de Tampico Alto, Veracruz. Desde joven se interesó no sólo por los números, sino por la música; incluso tenía la firme esperanza de convertirse en cómico o cantante de algún trio debido a su facilidad para la composición y su hábil manejo de la guitarra.
En carpas y teatro se desempeñó como 'patiño' de cómicos como Don Catarino, Donato y Mario Moreno 'Cantínflas', y cuando Germán Valdés solicitó una comparsa cómica, Paco Miller pensó de inmediato en él, dado que había hecho de todo en el ambiente artístico. Fue cantante de tangos y acompañó con la guitarra a grandes estrellas de la XEW. Por ello, cuando fue reunido con el pachuco, consiguió dar lo mejor de sí para ayudarle a su incipiente proyección que estaba por despegar de manera meteórica.
Marcelo -quien se desempeñaba como coordinador de ensayos y llevaba al día la nómina de los artistas y la contabilidad de la caravana en general-, parecía no conectar con ese inquieto admirador de los pachucos angelinos. Para colmo, Germán empezaba a tener serios problemas matrimoniales con su mujer, Magdalena Martínez, no sólo por sus ausencias en la guara, sino por su tendencia a las aventuras románticas en lugares visitados por la compañía.
Lo curioso es que él desconocía que el pagador y agente artístico no sólo era hábil con la guitarra, sino con el revire a la hora de los chistes. Así mismo, el coordinador de ensayos ignoraba que el comediante cantara e improvisara tan bien el swing y otros ritmos; mucho menos conocía su facilidad para parodiar canciones con su estupenda voz. De hecho, Paco Miller encomendó a Marcelo el papel de 'patiño' para apoyar al pachuco del que tanto se hablaba en Ciudad Juárez, y cuyas primeras intervenciones no pasaban de simples rutinas cómicas. Por esos azares del destino que le dan sabor a las historias cotidianas, una noche descubrieron mutuamente sus habilidades en un camerino; el primero tocando la guitarra, y el segundo cantando. Ahí mismo montaron un extravagante número musical que impresionó a Miller, quién obtuvo la aprobación de Maulmer para continuar con Germán.
"Conocí a mi carnal Marcelo en Ciudad Juárez... Un dia, como quien no quiere la cosa, empezamos a ensayar: agárrate la guitarra, vamos a ensayar; y cantamos 'Guatatitaratiratao', 'La mosca sentada en la pared' y todas las que cantaba. Salimos ese día a escena y gustamos mucho. Nos animamos a montar canciones y a prepararnos más. Desde entonces trabajamos juntos. Nunca hubo pleitos ni separaciones", señaló Tin Tan. Desde ese momento encontró más que aun second, un patiño o una comparsa cómica, a un verdadero hermano, su 'carnal', pues, como solio llamarle incluso hasta el momento en que murió este inolvidable hombre ventrudo, bigotito recortado y dueño de gran simpatía.
Los primeros pasos de la pareja de química irrepetible en el ambiente quedaron registrados en El que la hace la paga, corto experimental filmando a finales de 1940 por el propio Miller. También participó La Panchita, entonces mujer del padre de Don Roque. Realizado en un par de dias este cortometraje nació como simple puntada: fue una suerte de descanso en medio de una gira agotadora. Ni Marcelo ni Germán la tomaron en serio en su momento, pero se convirtió a la postre en el primer contacto del pachuco con el cine.
Las últimas apariciones de Marcelo en la pantalla grande coincidieron con el declive de Tin Tan, quien cada vez tenía menos injerencia en sus filmes como para conseguir un papel a su 'carnal'. Incluso, en la segunda mitad de los años 60, tenía que combinar sus cada vez más escasos llamados fílmicos con sus giras cómico-musicales al lado de Germán Valdés por Estados Unidos y Sudamérica, aparte de una chamba temporal como inspector de espectáculos.
"Se querían como hermanos", manifestó alguna vez Paco Miller; aunque también existen declaraciones encontradas sobre su relación. De hecho, el cómico evitaba todo tip de pleitos. Para él la pareja era los más importante, y en el cine le brindó oportunidad de lucir sus capacidades, a él y a todo su equipo, a diferencia de otros que siempre evitaron resaltar a sus patiños.
Cuando Marcelo Chávez murió, justo el día de la amistad (14 de febrero de 1970), Tin Tan lloró como un niño. Fue una noticia que le afectó severamente; incluso declaró: 'Éramos hermanos, y que me perdonen mis carnales, pero en verdad fue el golpe más duro de mi vida. Como si me hubieran amputado una pierna o un brazo'.
Fuente: Tin Tán
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