Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Ingredientes que favorecen la práctica de valores
Author: Jose Luis Duarte
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La oportunidad de cómo comportarse y cómo reaccionar ante las circunstancias existe desde que el niño aprende a hablar e incluso antes. Por...
La oportunidad de cómo comportarse y cómo reaccionar ante las circunstancias existe desde que el niño aprende a hablar e incluso antes. Por eso no importa qué edad tenga su hijo hoy, seguramente podrá evaluar los frutos que está observando y ver qué tipo de actitudes quiere seguir sembrando.

Sabemos muy bien que la formación de valores es responsabilidad de los padres, quienes tienen como apoyo a los maestros, abuelos, padrinos, tutores, entrenadores, etc. Que haya muchos involucrados no significa que papá y mamá puedan o deban "descansar" en que alguien más se encargará.

Si su hijo comparte con otros niños en el colegio, colonia, iglesia, clases extracurriculares, reuniones familiares y otros eventos similares, usted podrá ver cómo los otros niños resuelven un problema gritando, hablando o evadiendo. Su hijo tiene la oportunidad de imitar el mismo comportamiento o hacer algo diferente.

Por otro lado, sabemos también que decir siempre la verdad requiere valentía; que cuesta trabajo perdonar y responder de manera respetuosa cuando nos han ofendido y que no es fácil cumplir los compromisos que se adquieren, entre muchos otros ejemplos. ¿Qué factores favorecen estas actitudes?

Esta vez mencionaremos 3 actitudes/posturas que pueden ayudar:

1. Decisión:
Vivir los valores no es fácil, no es un sentimiento, a veces no nos dan ganas y puede que los demás decidan no hacerlo, pero cada uno de nosotros sabe lo que es correcto hacer y aunque nadie esté viendo no podemos engañarnos a nosotros mismos. Al vivir de esta manera -con valores- no estamos tratando de complacer a nadie más, sino haciendo lo que sabemos correcto.

2. Perseverancia: 
Difícilmente lograremos nuestro cambio de actitud en el primer intento y, si lo hacemos, probablemente en el camino desmayemos. Esto se vale, pero debemos volver a intentarlo, volver a esforzarnos. Papá, mamá, los hermanos mayores y menores pueden cultivar la paciencia y animarse unos a otros, creyendo en que el otro será capaz de alcanzar las metas.

3. Comunicación:
Confianza para preguntar, expresar temores, compartir dificultades, para reconocer con humildad los errores, pedir perdón y volver a intentarlo. Retroalimentación de los logros y aspectos a mejorar, oportunidad de transmitir lo que la familia valora y el sentir de cada uno.

Los tres elementos mencionados anteriormente contribuyen a la formación de la identidad de un niño, fortalecen el sentido de pertenencia a su familia. Si no existe alguno de ellos, la práctica de valores en cualquier persona será un reto inalcanzable, aunque también hay otros factores que se deben tomar en cuenta.

El modelo de vida que usted da a sus hijos es lo que ellos van a reproducir, no necesitan un papá o una mamá "perfectos", sino alguien que les enseñe que al equivocarse existe una decisión de hacer lo correcto, hay un compromiso consigo mismo de intentarlo una y otra vez, y tendrá oportunidad de ser reconocido, de expresar la satisfacción de la obra bien hecha.

María Isabel Fernández
Psicología Niños
Licda. Psicología Clínica
Magister en Asesoramiento Educativo Familiar


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