es a veces llorar, tan solo equivocarse;
es elegir, es ir sin preguntar;
es un poco temblar, es algo más de vida.
Es como entrar de nuevo en una gran ciudad,
tocar la soledad, perder lo que esta cerca.
Es como un viento fuerte que golpea al llegar,
que nos deja entreabierta la puerta.
Correr el riesgo es intentar amar otra vez;
a veces perdonar, también que nos perdonen.
Es como un sueño tirado en un rincón;
es como una canción que nunca cantamos.
Correr el riesgo es volver a empezar,
volver a respirar, como cambiar de calle;
es como un barco que comienza a navegar…
Correr el riesgo es VIVIR, es DISFRUTAR.
NO DEJEMOS DE HACER COSAS POR TEMOR A ARRIESGARNOS…
VALE LA PENA INTENTARLO SIEMPRE…
Nos arrepentimos de lo que no hicimos,
no de lo que intentamos…
Fuente: Oasis
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