cambiar a tu alrededor y convertir tu vida en ese remanso de felicidad que sueñas.
Pero la vida te irá enseñando que siempre terminas encontrando una piedra en tu camino que te hará tropezar. Unas veces ese tropiezo lo
podrás superar fácilmente, otras te costará días amargos y llenos de lágrimas y quizá algunos , aunque sean dolorosos, encuentres una
mano amiga que te ayude a levantarte y poder seguir.
Pero siempre debes de seguir adelante, con una lágrima o con una sonrisa, con el corazón roto o entero, con ilusión o sin ella, porque nunca podrás volver atrás, ni pensar en lo que pudo ser y no fue.
Sólo te queda seguir soñando nuevos sueños que aunque sepas que nunca los vas a alcanzar te puedan dar ilusión para seguir, o simplemente dejar que el reloj siga marcando las horas sin pensar, sin soñar y dejarte llevar por la vida y que sea ella la que cada día te da lo que está marcado en tu destino...
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Maria Glez Méndez
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