En realidad, déjame decirte que tu incertidumbre no radica en este dilema, ya que si crees que aquí está la base de lo que no te permite decidirte, no estás apuntando hacia el sitio indicado para tomar la resolución que estás necesitando.
Es que en lo profundo de tu interior, siempre sabes con claridad qué está bien y qué está mal.
No hay medias tintas con respecto a discernir sobre lo bueno y lo malo, o lo correcto y lo incorrecto.
Tal vez deseas realizar una acción que no concuerda al ciento por ciento con tus propias costumbres y creencias o con las de tu familia o tu círculo social.
O te gustaría tomarte todo más a la ligera en vez de pensar detenidamente y en profundidad antes de elegir qué hacer y ponerte en marcha.
Es posible que tu conciencia esté encendiendo una alerta roja para impedirte dar un paso adelante y así tomar un camino que intuyes que no será el apropiado o el más ventajoso para ti.
Quizás incluso has visto a otras personas tomar esa dirección sin que, aparentemente, les pase nada importante ni tengan una crisis de valores; pero si te lo estás planteando en términos de si está bien o está mal, tú tienes otra visión ante la vida.
Honrar nuestras creencias y permanecer íntegros en momentos de vacilación es, para mí, el mejor camino a seguir.
No obstante, como en todos los casos, la decisión final es tuya.
Fuente:
Mejora Emocional
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