¿Quiero cambiar mi relación?

Seguramente que alguna que otra vez has pensado que te gustaría que tu relación de pareja cambiase, pero siempre terminas desistiendo en la idea y te conformas con lo que hay.

¿Estás segura?

Muchas veces pasamos de esforzarnos porque creemos que de nada nos va a servir, incluso nos adelantamos a las consecuencias negativas antes de hacerlo. Suele pasar cuando pensamos: “ él es así, no lo puedo cambiar”, “es inútil quejarme, las cosas van a seguir lo mismo, lo mejor es que me calle”, “ si todos los chicos con los que salgo me hacen lo mismo, es que será normal”, “nunca lo conseguiré por mucho que me esfuerce”, “no merezco nada mejor”.

Estos pensamientos negativos están limitando tu aptitud para cambiar las circunstancias. ¡Seguro que tienes muchas más opciones de las que crees y sí puedes cambiar tu relación!

¿Quieres, por lo menos, pensar en la posibilidad? Te invito a que lo hagas…

Supón que cerca de tu casa hay una tienda de comestibles en la que, desde hace muchos años adquieres alimentos. Conforme el tiempo va pasando observas que esa comida no te sienta bien. ¡Qué pena! Hace tanto tiempo que compras allí y te gusta tanto… Pero debes tomar una decisión o enfermarás. Te propones lo siguiente:

• Debes buscar otra. Requiere esfuerzo y tiempo. El procedimiento será duro, te equivocarás varias veces, pero al final te sentirás mejor.
• Decides tener tu propio huerto. Necesita mucho más tiempo y esfuerzo, pero al final la recompensa merece la pena. Eres tú quien decide qué plantar y cuándo. Lo que quieres es cuidarte y nada mejor que hacerlo tú mismo.

Para poder escoger mejor tu prototipo de relación lo primero que tienes que hacer es localizar en qué lugar están tus cadenas. No debes hacer como si no las llevases si no seguirás encadenada, y lo peor… dolorida.

En las relaciones optamos por seguir con el mismo prototipo. Somos capaces de dedicar mucho tiempo para comprar cualquier cosa, como por ejemplo un coche, ropa… Pero no somos capaces de dedicar tiempo pensando en por qué representamos algo que realmente nos hace daño. Tenemos una asignatura pendiente: conocernos a nosotros mismos. Es muy fácil exteriorizar lo que nos hace daño y quejarnos de que todo sigue igual y de que nada cambia.

Por otra parte, buscar otro tipo de pareja necesita tiempo, esfuerzo y ganas. Debes moverte en varias direcciones, explorar tus actitudes – no siempre van a coincidir con tus objetivos – . sabes que esto se suele hacer muy poco, porque nuestra educación no coincide con el egoísmo sano, no pensar en nada ni en nadie, simplemente pensar en ti y en lo que te conviene.

Yo pregunto, ¿y tú qué?

• ¿Eres de las personas que creen que las cosas son como son y ya está?
• ¿Escuchas solamente lo que a él le gusta, lo que quiere y se lo das?
• ¿ no haces todo lo que a él le gustaría y por eso te sientes mal?
• ¿Quisieras amarle y hacerle feliz como él quiere?

Si en alguna ocasión te has hecho alguna de estas preguntas, o todas, estás en el momento justo para darle la vuelta a tu relación, o al menos darle un cambio. A partir de ahora vas a dejar de pensar por él, me gustaría que pensaras en TI y que TE ESCUCHES.

Piensa:

• lo que quieres TÚ.
• Lo que necesitas TÚ.
• Lo que TE gusta a TI.
• Lo que TÚ deseas.
• Lo que sientes TÚ.
• Aquellas cosas con las que TÚ disfrutas.
• Lo que TE gustaría.
• Cómo quisieras estar en unos años.

Compara esto con lo que tienes, si hay gran diferencia… ¡estás en el momento de cambiar tu vida y tu relación! No creas que pensar en ti es de ser egoístas, simplemente es escucharte. Estaría muy bien que cuando empieces a escucharte, te esforzaras en buscar lo que quiere tu YO y no en lo que quieren los demás, y en lo que quiere él.

Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.

Vanessa Arjona